«Las reflexiones y enseñanzas del Dalái Lama han trascendido incluso el mundo occidental en regiones en donde el budismo no ha sido la vara espiritual común si de medir referentes espirituales se trata.
«Sin duda sus 80 años vividos en esta existencia, los ha dedicado a enseñarnos la paciencia, la perseverancia y la tolerancia que como seres humanos debemos cultivar».
«Más allá de dogmas religiosos, más allá de estructuras psicológicas predeterminadas y más allá de ofrecer cátedras sobre el comportamiento o ‘funcionamiento’ mental tan escudriñado hoy por hoy por científicos de todo el mundo, el Dalái Lama apela todos los días a que desarrollemos el conocimiento de nosotros mismos como seres sensibles y emocionales y cuyas realizaciones nos han de unir en aquel sentido humanista que prevalece internamente en todos nosotros».