Gangkye Drubpa Kyab (36), quien escribió un libro sobre las protestas del 2008 en Tíbet, fue detenido a sólo un día de haber sido liberado, el 17 de sept. El día anterior había sido puesto en libertad y pudo volver a su hogar, un año antes de terminar su condena de 5 años y medio.
Samdrub (35) fue detenido otra vez el domingo 18, menos de un mes después de haber sido liberado, después de servir cinco años de prisión.
Sambrub, detenido menos de un mes después de ser liberado de la prisión (izquierda). El escritor tibetano Gangkye Drubpa Kyab (Derecha) fue detenido sólo un día después de ser liberado.
No se sabe si ambos tibetanos enfrentarán nuevos cargos. Radio Free Asia informó que después de la gran recepción de los tibetanos a Gangkye Drubpa Kyab tras su liberación (fue recibido con bufandas tradicionales y una imagen del Dalai Lama al retornar a su hogar), la policía lo detuvo otra vez, advirtiéndole que si “no cambiaba sus pensamientos y abrazaba la línea política oficial, podría ser devuelto a la prisión.”
Las autoridades chinas cada vez más buscan impedir tales expresiones de respeto y solidaridad de la comunidad cuando los prisioneros políticos son liberados; algunas veces liberándolos de noche o advirtiéndoles sobre las repercusiones de tales ceremonias.
El libro de Kyab sobre el sufrimiento de los tibetanos y las protestas del 2008 fue bien conocido por los tibetanos y fue parte del telón de fondo de su encarcelamiento. El centro chino PEN, afiliado oficial a PEN International, una asociación mundial de escritores dedicados a la defensa de la libre expresión y de los escritores que sufren represión gubernamental, reconoció a Kyab como miembro honorario.
Se sabe menos sobre los cargos contra Samdrub, quien fue detenido otra vez el 18 de este mes. Samdrub había sido liberado alrededor del 20 de agosto pasado. Estuvo en prisión desde junio de 2012, bajo sospecha de involucramiento en actividad política, aunque no se conocen los detalles.
▶ Los peligros para los prisioneros políticos recién liberados se han vuelto más pronunciados; la intención de las autoridades es controlar y aislar a los exprisioneros.
Exprisioneros políticos
Normalmente, los exprisioneros enfrentan un profundo temor y ansiedad luego de su liberación, combinados con la angustia de saber que están bajo vigilancia y en riesgo de ser detenidos otra vez. Su sufrimiento psicológico es a menudo agudizado por estar conscientes de que su familia y amigos también están bajo presión de las autoridades. Por otra parte, a menudo sufren de serios problemas financieros, ya que dependen de sus familias, y frecuentemente no logran encontrar nuevamente trabajo debido a su estatus de exprisioneros políticos.
A los monjes y monjas no se les permite retornar a sus monasterios o conventos. Algunas veces, tras ser liberados, no les es posible solventar el tratamiento médico que necesitan luego de la severa tortura de años o malnutrición en la prisión.
✽ Fuente:
– Oficina del Tíbet
